Artículo de Opinión: La Guerra de los Mundos de H.G. Wells
Este libro se publicó en 1898 y es la primera novela que tiene una invasión marciana como tema principal. En esta historia, la destrucción de la humanidad por parte de los aliens es inevitable, y los seres humanos pierden el control de su organización social y son representados como animales que huyen de sus cazadores.
El autor de la obra, Herbert George Wells (1866-1946), fue unos de los primeros escritores de ciencia ficción, género con el que logró convertirse en un clásico de la literatura. Aunque escribió diversos géneros, docenas de novelas, relatos cortos, obras de crítica social, sátiras, biografías y autobiografías.
"La guerra de los mundos", su trabajo más destacado, puede definirse como una novela de ciencia ficción que tiene además una crítica social en un caso muy extremo: una invasión alienígena. Habla de la debilidad de los seres humanos y de su incapacidad para controlar el conocimiento adquirido a través del tiempo, también de la fragilidad de la organización social que hemos formado por siglos, en un escenario hipotético donde la humanidad perdió todo comportamiento civilizado que alguna vez ganó como raza.
Respecto a como está escrito, los sucesos son narrados por el protagonista de la historia, que mientras intenta sobrevivir, observa cómo todos los pilares de la sociedad se derrumban.
Y en toda esta destrucción social, se tocan diferentes temas que a pesar de la época en la que fue escrita la novela, siguen siendo relevantes, como la invasión por recursos, la ciencia, la política, la religión y las fuerzas armadas, y se cuestiona lo que es la sociedad, cómo está construida y lo que significa en sí.
Pero ¿por qué creo yo que esto es así?, bueno, a continuación algunas citas del libro que respaldan mi opinión.
"Con infinita complacencia, la raza humana continuaba sus ocupaciones sobre este globo, abrigando
la ilusión de su superioridad sobre la materia."
"Pero tan vano es el hombre y tanto lo ciega su vanidad, que hasta fines del siglo diecinueve ningún
escritor expresó la idea de que allí se pudiera haber desarrollado una raza de seres dotados de inteligencia
que pudiese compararse con la nuestra."
"Y nosotros, los hombres que habitamos esta Tierra, debemos ser para ellos tan extraños y poco
importantes como lo son los monos y los lémures para el hombre. El intelecto del hombre admite ya que
la vida es una lucha incesante, y parece que ésta es también la creencia que impera en Marte."
"Era como si un chorro de fuego invisible los tocara y estallase en una blanca llama. Era como si cada hombre se hubiera convertido repentinamente en una antorcha".
"—La humanidad está perdida —dije—. Si pueden hacer eso, simplemente darán la vuelta al mundo… Asintió con la cabeza. —Lo harán. Pero…, eso aliviará un poco las cosas aquí. Y además… —Me miró—. ¿No se siente satisfecho de que esto sea el fin de la humanidad? Yo sí. Hemos sido aplastados; hemos sido vencidos."
"…Aquellos que quieran escapar y no ser atrapados tienen que prepararse. Yo estoy listo. Pero tenga en cuenta que no todos estamos hechos para convertirnos en bestias salvajes; y eso es lo que vamos a tener que hacer (…)."
"Toda esa gente, el tipo de personas que vivían en esas casas, todos esos malditos empleados insignificantes que acostumbraban a vivir así…, esos no sirven. (…) Unas vidas aseguradas y con unos pocos ahorros por temor a los accidentes. Y los domingos, el temor a la otra vida. ¡Como si el infierno hubiera sido hecho para los conejos! Bueno, para ellos, los marcianos serán una bendición. Hermosas y amplias jaulas, cebados de comida, una cuidadosa selección de la descendencia, ninguna preocupación. Al cabo de una semana o así de ser perseguidos por los campos con el estómago vacío, se dejarán atrapar alegremente. No tardarían en sentirse completamente felices. Se preguntarán qué hacía la gente antes de que vinieran los marcianos a ocuparse de ellos."
"Aquellos que se nos unan deberán obedecer las órdenes. También querremos mujeres de cuerpo fuerte y mente despierta, madres y maestras. No damas melindrosas que ponen los ojos en blanco ante cualquier dificultad. No hay lugar para los débiles o los estúpidos. La vida vuelve a ser algo real, y los inútiles, los molestos y los malvados tienen que morir. Deben morir. Deben estar dispuestos a morir. Después de todo, es una especie de deslealtad vivir e infectar la raza. Y no pueden sentirse felices. Además, morir no es tan terrible…, es el miedo lo que lo hace malo."
"Y mientras contemplaba aquella vasta extensión de casas, fábricas e iglesias, silenciosas y abandonadas;
mientras pensaba en las esperanzas y esfuerzos, en las vidas que contribuyeron a la construcción de aquel
refugio humano y en la terrible amenaza que se cernió sobre todo ello; cuando comprendí que la sombra
habíase disipado, que los hombres recorrerían sus calles y que esta vasta ciudad muerta volvería una vez
más a la vida, experimenté una emoción que estuvo a punto de arrancar lágrimas de mis ojos."
"Había pasado la tempestad. Ese mismo día comenzaría la cura. Los sobrevivientes diseminados por el país—sin líderes, sin ley, sin alimentos, como ovejas sin su pastor—, los miles que huyeran por el mar, emprenderían el regreso; la pulsación de la vida, cada vez más fuerte, volvería a latir en las calles desiertas y a verterse por las plazuelas abandonadas."
"Ya los hombres, que lloraban de gozo, interrumpían su trabajo para felicitarse y darse la mano. Otros trepaban a los trenes para dirigirse a Londres. Las campanas de las iglesias, que enmudecieron quince días antes, empezaron a tocar a vuelo y resonaron en toda Inglaterra. Hombres en bicicletas, flacos y desaliñados, corrían por todos los caminos comunicando a gritos la noticia. ¡Y los alimentos! Desde el otro lado del canal, del mar del Norte y del Atlántico llegaban ya cargamentos de trigo, pan y carne. Todos los barcos del mundo parecían dirigirse a Londres en aquellos días".
"Sea como fuere, esperemos o no una invasión, estos acontecimientos han de cambiar nuestros puntos de vista con respecto al porvenir de los humanos. Ahora sabemos que no podemos considerar a este planeta como completamente seguro para el hombre; jamás podremos prever el mal o el bien invisibles que pueden llegarnos súbitamente desde el espacio. Es posible que la invasión de los marcianos resulte, al fin, beneficiosa para nosotros; por lo menos, nos ha robado aquella serena confianza en el futuro, que es la más segura fuente de decadencia."
"Los regalos que ha hecho a la ciencia humana son extraordinarios, y otro de sus dones fue una nueva concepción del bien común".
"No sería una exageración afirmar que los puntos de vista de los hombres se han ampliado
considerablemente. Antes que cayera el cilindro existía la creencia general de que en toda la inmensidad
del espacio no había otra vida que la de nuestra diminuta esfera. Ahora vemos las cosas con más claridad."
"Debo confesar que el peligro y las penurias sufridas han dejado en mi mente la duda y el temor a la
inseguridad. (…) De noche veo el polvo negro, que oscurece las calles silenciosas, y descubro los cadáveres que cubre
aquella negra mortaja; se levantan ante mí hechos jirones y mordidos por los perros. Charlan con voces
fantasmales y se tornan fieros, más pálidos, más desagradables, llegando, al fin, a ser fantásticas parodias
de seres humanos. Despierto entonces, frío y amedrentado, en la oscuridad de mi cuarto."
"Voy a Londres, veo las multitudes que llenan la calle Fleet y el Strand, y se me ocurre que son espectros
del pasado que pululan por las arterias que he visto yo silenciosas y abandonadas; fantasmas en una
ciudad muerta, imitación de vida en un cuerpo galvanizado."
Como podemos leer en estos fragmentos, en el libro como en la vida real, la humanidad está tan cegada por su vanidad y supuesta superioridad como raza, que no es capaz de concebir la idea de que alguna otra especie pueda ser más avanzada y poderosa que nosotros, y peor aún, siguen creando conflictos y viéndose como enemigos unos a otros cuando en realidad, todos vivimos en el mismo mundo y deberíamos ser aliados.
¿Cómo podríamos superar una invasión si nos seguimos viendo como alienígenas unos a otros y no hacemos más que pelear por quien tiene la razón?, tal vez la invasión extraterrestre es un ejemplo poco realista, tal vez no, ¿quién podría saber si el mundo se va a acabar en millones de años o mañana?, no hay forma de saber si algún evento inesperado un día nos va a acabar como especie, como sociedad o incluso va a exterminarnos hasta que ya no quede nada.
Es decir, ha pasado antes, de una forma u otra, en diferentes momentos de la historia los seres vivos han desaparecido por un evento catastrófico, y no necesariamente se han extinguido, pero los pilares de su organización social se han derrumbado. La extinción de los dinosaurios por un meteorito, las conquistas a pueblos prehispánicos, las dos guerras mundiales y ahora la amenaza de una tercera, son ejemplos de que la vida que damos por hecho puede cambiar en un instante, la mayoría de las veces porque una raza tiene la creencia de que es superior a las demás.
La sociedad que construimos está basada en la suposición de que todo va seguir marchando igual al paso del tiempo, en la esperanza de que "no va a pasar nada malo", pues lamento ser yo la que diga que nada está asegurado, ni los amigos, ni la familia, ni el trabajo, ni la casa, ni la vida misma. Por eso deberíamos dejar de vernos como enemigos por diferencias tan insignificantes como el tono de piel, la nacionalidad, el idioma que hablamos, el género, las creencias religiosas, o preferencias sexuales, diferencias que, al parecer, nos hacen valer menos unos que otros, ¿no se supone que la diversidad es lo que nos hace mejores como raza? ¿no nos han enseñado siempre que eso es lo que nos identifica y deberíamos estar orgullosos?.
En vez de perder tanto tiempo discutiendo por diferencias en ideas políticas o de cualquier tipo, deberíamos preocuparnos más por el mundo que habitamos, por el planeta que, por cierto, estamos destruyendo, deberíamos cuidar esta pequeña roca flotante que nos da todo para vivir y sobrevivir, porque al final es lo único que tenemos, no es como que vayan a llegar unos aliens a tratar de quitárnosla, ¿verdad?.
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